El gobernador bonaerense Daniel Scioli visitó ayer el municipio de General Rodríguez para inaugurar una plaza y poner en marcha obras de infraestructura acompañado por una parte de su gabinete. Cuando le tocó hacer su discurso, el gobernador dijo que “la llegada del Estado” era imprescindible para facilitar la inclusión social y mejorar la inseguridad. También mencionó a la presidenta. Esa mención a Cristina fue interpretada como un gesto de distensión dirigido al gobierno nacional, tras varias semanas de tirantez y frialdad.
Funcionarios bonaerenses que estuvieron en General Rodríguez aseguraron que Scioli, lentamente, está comenzando a dar señales de reacercamiento a la Casa Rosada tras la tensión que produjo el reproche público por “las manos atadas”.
Scioli fue recibido por el intendente Pablo Anghileri, sucesor de Marcelo Coronel, destituido por irregularidades administrativas. La visita formaba parte de una práctica de todos los sábados, cuando el gobernador recorre los municipios para supervisar la evolución de las obras públicas. Scioli llegó junto a los ministros Alejandro Collia (Salud) y Cristina Alvarez Rodríguez (Infraestructura) y los secretarios de Deportes, Alejandro Rodríguez, y de Derechos Humanos, Sara Derotier de Cobacho.
Las recorridas del gobernador por los municipios son una constante en su estilo hiperactivo, una rutina que hace sumar horas de vuelo al helicóptero oficial de la gobernación. Scioli tiene sus prioridades, por eso cuida el vínculo personal con los intendentes. Sabe que los caciques municipales miran con desconfianza la posibilidad de que el oficialismo aplique el método de las colectoras –varias listas a intendente y gobernador con un mismo candidato a presidente– para sumar votos para la fórmula presidencial K. Entre la discusión por las colectoras y el reto público por la inseguridad, la relación entre Scioli y la Casa Rosada pasó por momentos complicados.
En la Casa Rosada creen que algunos funcionarios bonaerenses, como también miembros de la Legislatura, buscan alimentar la tensión. Pero las mismas fuentes –como un ministro nacional de perfil político que proviene de La Plata– sostienen que en los últimos días la relación comenzó a recuperar la sintonía. Destacan, sobre todo, el acto en La Matanza donde Scioli y Cristina se sacaron fotos juntos.
Hay dirigentes que están haciendo notables esfuerzos para que la Casa Rosada y la gobernación vuelvan definitivamente a la buena senda. Uno de ellos es el ministro de Educación bonaerense, Mario Oporto. “En la agenda del peronismo previo a Kirchner no abundaban las medidas que tomaron él y Cristina. Entonces hay que valorar esos liderazgos. Y Scioli en la provincia de Buenos Aires garantiza esa alianza y ese apoyo. Kirchner y Scioli juntos es lo que deseamos para seguir profundizando este modelo”, dijo Oporto a Tiempo Argentino.
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