miércoles, 25 de agosto de 2010

Las presiones de Techint y Clarín frenaron la participación de la UIA

Industriales, una de las dos líneas internas de la Unión Industrial, tenía previsto apoyar la presencia de la entidad en Casa de Gobierno. Sin embargo, la ultraconservadora AEA, encabezada por Héctor Magnetto, forzó el cambio.
En el clima de distensión, curiosidad y emoción que se vivió en el acto de presentación del informe Papel Prensa–La Verdad, llamó poderosamente la atención de los concurrentes el faltazo sin justificación de algunos representantes del empresariado nacional. En los pasillos, a pesar que todos descartaban que no llegarían al convite los hombres de negocios nucleados en la Asociación Empresaria Argentina (AEA), sorprendió la decisión de la Unión Industrial Argentina (UIA) de no asistir por recomendación de la propia Junta Directiva de la institución. Sí transitaron las galerías de la Rosada algunos representantes del poderoso Grupo de los 7, como Carlos de la Vega, titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), y Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. También dieron el presente, Osvaldo Cornide, de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME); Juan Bagó, de los laboratorios del mismo nombre; Ángelo Calcaterra, allegado al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y titular de la constructora Iecsa; Gerardo Ferreyra, de la energética Electroingeniería. También se observó la presencia de Guillermo Moretti, vicepresidente de la Federación de Industriales de Santa Fe (FISFE), Norberto Peruzzotti, de la Asociación de Bancos Privados de Capital Nacional (ADEBA) y Juan Carlos Lascurain, de la poderosa Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA).
En tanto, en representación de los empresarios de las pymes, se sumó al evento Marcelo Fernández, titular de CGERA, y algunos pequeños productores del interior del país.
Un par de horas antes del inicio de la lectura del documento, la central fabril que conduce Héctor Méndez emitió un comunicado en el que expresó que, “ante la invitación cursada por el gobierno de la Nación, para concurrir en el día de la fecha a una reunión informativa sobre ‘Papel Prensa’, la sometió a consideración de su Junta Directiva, máximo órgano de la Institución. La resolución adoptada por unanimidad por los miembros que la integran fue la de abstenerse de participar”. Hasta última hora de ayer, los celulares de Héctor Méndez y José Ignacio de Mendiguren, dos de los hombres más fuertes de la UIA, permanecieron apagados.
Esta decisión, pese a que se intentó desde la Casa Rosada contar con la presencia de la entidad fabril, se explica por la histórica interna dentro de la UIA y un fuerte lobby que se inicio desde el seno de AEA. Esta entidad, que aglutina a los hombres de negocios más neoliberales del país, cada vez tiene una mayor injerencia en las decisiones internas de la Unión Industrial.
Según confirmó a Tiempo Argentino uno de los caciques de la línea interna “industriales” de la UIA, “Techint presionó, a través de Jorge Padilla (director de tecnología del Grupo Techint), y logró que tanto la línea celeste y blanca como los ‘industriales’ decidieran no participar”. El comunicado de la institución es escueto, y no clarifica las razones por las cuales se decidió no asistir. Sin embargo, una de las fuentes consultadas, confesó que “es falso que haya habido unanimidad en la Junta Directiva, hubo diferentes opiniones, pero primó el lobby del más fuerte”.
Por caso, desde la rama “industriales” estaban dispuestos a ir al acto, pero las presiones “insoportables” de Techint frustraron su participación.
Desde Europa, y en diálogo con este diario, Osvaldo Rial, presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), consideró “imprudente opinar sobre el tema a la distancia”, aunque aclaró que “históricamente, la UIPBA está de acuerdo con las políticas económicas y las convocatorias de este gobierno”.
En la lectura coyuntural del acto de Papel Prensa, la determinación de la UIA recuerda claramente a la foto del CEO de Clarín con AEA y la UIA, y su efecto político. De la misma manera que sucedió con aquel encuentro, el lobby de ayer promete transformarse en una polémica que seguirá toda la semana.
“Hubo temor a que seamos señalados y perjudicados mediáticamente”, graficó un líder de la UIA, que pidió preservar su identidad, y que reconoció la fuerte presión del holding que conduce Paolo Rocca.
“Esto es un guerra interna, cada vez son más encontradas las posiciones, y no se llega nunca a un consenso”, explicó la misma fuente.
En este sentido, la presidenta Cristina Fernández había alertado en plena lectura del informe de Papel Prensa que, en conversaciones informales, muchos de los empresarios del país le expresaron su temor a participar del evento para no ser víctimas de una operación política. “Las presiones de AEA son muy fuertes, y Magnetto es el encargado de infundir temor”, se quejó uno de los participantes de la Junta Directiva de la UIA.
En el epílogo de la reunión, buena parte de los empresarios presentes cruzaron palabras con los ministros de Economía, Amado Boudou; Industria, Débora Giorgi; y Agricultura, Julián Domínguez. El centro de las conversaciones giró sobre el ritmo de la economía y la evolución de la producción hacia el año próximo.
También estuvieron presentes en el acto la titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Mercedes Marcó del Pont; y el ministro de Economía bonaerense, Alejandro Arlía.
Sin embargo, muchos de los hombres de negocios que tenían previsto presenciar el discurso, decidieron ausentarse por temor a las posibles represalias del Grupo Clarín y de Techint

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