
Desde Jerusalén, donde participa en una serie de intercambios tecnológicos y comerciales, el gobernador habló también de su relación con el peronismo, del ataque al blindado y de los 6000 gendarmes que custodiarán el Conurbano.
Daniel Scioli, su esposa Karina Rabolini y la comitiva que lo acompaña ocupan media terraza del majestuoso Hotel King David, situado a metros de la Ciudad Vieja. Mientras cae el sol, se oyen, en el aire, algunos cantos religiosos que provienen del corazón mismo de la Jerusalén amurallada. Esa voz orante, que transmite un estado de literal suspenso, se entremezcla con la de Scioli.
–No. El asalto al blindado de Garín, con toda seguridad, no tuvo intencionalidad política. Fue un hecho brutal de esta organización criminal, que buscaba el dinero que iba en el camión.
–¿No es extraño que, si eran una organización, no hayan tenido en cuenta la posibilidad de no poder abrir el camión?
–Pensaron que con el poderío de sus armas lo iban a lograr.
–¿Cómo analiza que el gobierno nacional prevea sacar 6000 gendarmes a patrullar las calles de la provincia?
–La colaboración es permanente, y se expresa en inversión en los municipios para instalar las cámaras y poner fuerzas federales en algunos lugares. Todo lo que articulamos es beneficioso. Veremos cómo madura esa posibilidad.
–¿Todavía no es momento de hablar de candidaturas?
–Es momento de respetar el dolor de nuestra presidenta. Hoy (por ayer) se cumple un mes de la muerte de Néstor Kirchner. Esta es una fecha para reflexionar: Cristina tiene temple, fortaleza espiritual para convertir el dolor en la búsqueda del bien común. Veo de cerca la garra que le está poniendo y es algo conmovedor. El pueblo es sensible y solidario: así lo reconoce y lo expresa.
–¿Daniel Scioli se subordina a las decisión de Cristina respecto de las elecciones de 2011?
–Sí. Yo soy una persona responsable, sé trabajar en equipo. Entiendo que este es el rumbo, que hay que consolidar lo que hemos avanzado, y que dentro de este proyecto tengo una responsabilidad muy grande en gobernar la provincia más grande del país.
–Sí, pero la situación no será la misma, y es posible pensar en cambios y recambios.
–A la gente hay que darle previsibilidad y confianza. Hay alguien que conduce, y nosotros respetamos a la conducción. Ella, con su carácter y con su capacidad, y él, desde donde esté, que nos dé fuerzas a todos.
–¿Qué cambió desde la muerte de Néstor Kirchner?
–Hay un gran reconocimiento a su vida, su lucha, su militancia. Kirchner fue un adelantado. Esto atrae a los jóvenes hacia el compromiso y él se lo merece. Pero todas las decisiones de gestión siempre las toma la presidenta.
-¿Usted, en lo personal, cree que la presidenta va a seguir? ¿Que Cristina va a ser candidata en 2011?
–Ella, con su sentido del deber y de la responsabilidad, va a evaluar lo mejor para el país. Mientras tanto, va su entrega y dedicación. En estos días, tuvo reuniones con los empresarios, con la UIA, con la Cámara de la Construcción. Todos esos encuentros son importantes. Si alguien tenía una duda, ya no tiene que dudar. Se sabe para dónde va el país.
–¿Qué extraña de Kirchner?
–Su entrega. Su energía. Aprendí mucho de él. Néstor confió en mí para que lo acompañara. A veces parecía que nos íbamos a pelear, pero no, siempre prevalecía la responsabilidad de dos personas que comenzaron juntas un camino. Se podía tensar, pero nunca romper.
–Hay rumores que hablan de un malestar entre usted y la presidenta.
–Pavadas.
–¿Le molestó la foto que se sacaron Randazzo y Massa?
–Nada.
–¿No lo perturba?
–El ministro del Interior recorre todos los municipios, y justo el día anterior me había comentado que iba a ir a Tigre, que era uno de los que le faltaba. Yo no soy mezquino y egoísta cuando hago política. Me gusta sumar.
–Se le critica que no se haya pronunciado sobre tres temas cruciales: la Ley de Medios, el caso Noble y Papel Prensa.
–A mi manera, con mi estilo y con mi personalidad, acompaño las cosas. Lo vengo demostrando desde hace ocho años.
–¿Su personalidad y su impronta dejan por sentado que usted está comprometido en esas cuestiones?
–Estoy comprometido en todo lo que el gobierno va buscando en el marco de la igualdad, que es una asignatura pendiente que el país tenía. Son cuestiones que se fueron planteando, y yo a mi manera acompaño. Soy lo que soy. Cuando alguien quiere sobreactuar, genera desconfianza. El respeto que me gané y la confianza de Néstor y de Cristina tienen que ver con esas actitudes mías de responsabilidad. Él me escuchaba mucho más de lo que todos imaginan, y lo fui comprendiendo cada vez más. Cristina está tranquila conmigo. Mi provincia está ordenada. Yo soy previsible y ella lo sabe.
–¿Fantasea todavía con el PJ disidente?
–Peronismo hay uno solo. Si hay varias corrientes o diferencias, la manera de dirimirlas es a través de las internas.
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