La presidenta envió un mensaje conciliador a empresarios y trabajadores en el cierre de la conferencia de la UIA. “No vamos a acumular rentabilidades por vía de salarios degradados ni tampoco a través de precios más altos”, destacó.
No vamos a acumular rentabilidades por la vía de salarios degradados, ni tampoco por la vía precios más altos; en el siglo XXI la rentabilidad viene producto de los acuerdos de todos los sectores, de los trabajadores y de los empresarios, con más educación y más innovación tecnológica.” La presidenta Cristina Fernández eligió esta categórica frase para recordarles a los empresarios que asistieron al cierre de la XVI edición de la Conferencia Anual de la UIA los límites y los objetivos que persigue el modelo económico productivo que lleva adelante el gobierno.
Como todo el discurso, que duró alrededor de 40 minutos, sus palabras no fueron casuales. El día anterior Federico Nicholson, presidente de conferencia industrial, había lanzado fuertes críticas al modelo al referirse a la “excesiva ingerencia del Estado” en la economía. Cristina le respondió con altura y firmeza. Lo miró a los ojos y le dijo: “nadie piensa en un Estado empresario”, pero si un Estado que “oriente, que dirija hacia dónde vamos, qué modelo queremos”. Además, recordó la crisis de 2009 que todavía tiene contra las cuerdas a media Europa: “Los mercados demostraron que no se pueden autoregular porque nadie puede regular sus propios negocios. Si uno dice estas cosas en Europa, se le ríen en la cara”, dijo ante las sonrisas nerviosas de algunos empresarios que estaban presentes en el acto, que se realizó en el Complejo Costa Salguero. Pero además les enrostró los números positivos que ha conseguido el sector fabril en los últimos años. “De 2003 a la fecha, la actividad industrial ha crecido por sobre la actividad económica, el período más importante, sostenido y sustentable de los 200 años de historia de la Argentina”, recordó la presidenta.
Después, sin recurrir a ningún machete, la presidenta hizo un recorrido por todos los números macroeconómicos, con hincapié en el superávit fiscal y comercial que consiguió la Argentina durante los últimos ocho años, pero sin dejar de destacar el crecimiento del Producto Bruto, la reducción del 160% del PBI al 30% de la deuda externa, la baja de la desocupación al 7,5% y el aumento del presupuesto educativo que “ahora alcanza el 6,5%”.
En su discurso, Cristina Fenández también tuvo varios gestos y mensajes conciliadores. Pidió avanzar hacia un modelo de acuerdo social tripartito, que a la hora de buscar soluciones reúna en una misma mesa al Estado, los empresarios y los trabajadores. Sentados junto a la presidenta, estuvieron el gobernador bonaerense Daniel Scioli y la plana mayor de la cúpula industrial encabezada por su presidente, Héctor Méndez, el secretario, José De Mendiguren y Federico Nicholson. También asistieorn los principales ministros relacionado con el sector, Débora Giorgi (Industria), Julio De Vido (Planificación), Amado Boudou (Economía) y Carlos Tomada (Trabajo). Sin embargo, los industriales marginaron entre la multitud al titular de la Confederación General del Trabajo (CGT) y a Antonio Caló, titular de la Unión Obrera Metalúrgica e impidieron la participación de representantes de los sindicatos en el evento.
En este contexto, Cristina les recordó a los empresarios “el fuerte vínculo establecido desde 2003 por el gobierno nacional con los empresarios y la CGT. Pero también se tomó unos minutos para reclamarles a las dos partes que le den “racionalidad, institucionalidad y legalidad” a la “puja distributiva”. Durante buena parte de su discurso, Cristina puso mucho énfasis en resaltar el carácter industrialista del período kirchnerista. Indicó el fuerte crecimiento que registraron los productos industriales en las exportaciones y que las ventas externas de las pymes argentinas superaron a las del promedio de los países de la región. Asimismo, subrayó que la productividad se duplicó en los últimos años, en clara respuesta a las críticas que horas antes había formulado el titular de Techint, Paolo Rocca ver p.2
Cristina anunció también que el año próximo Tecnópolis comenzará a realizarse todos los años en “un lugar emblemático, las antiguas instalaciones de Villa Martelli, donde estaba el regimiento”. El discurso presidencial fue bien recibido por todos los participantes que destacaron el mensaje acuerdista de la presidenta. En esa línea se pronunciaron De Vido; el secretario general de la CGT, Hugo Moyano; el presidente de Fiat, Cristiano Rattazzi; su par de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez y el vicepresidente de la UIA, Ignacio De Mendiguren
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